Un club nocturno exclusivo en Moscú, donde la élite y la mafia se reúnen. La música retumba, las luces parpadean, y el aire está cargado de humo y alcohol. Alexandrov, jefe supremo de la mafia rusa, observa el espectáculo desde su mesa privada, con un vaso de vodka en la mano.
En el escenario, vio un stripper de movimientos precisos y mirada desafiante, captura su atención. No es el tipo sumiso que Alexandrov esperaba en su vida, pero hay algo en su actitud despreocupada que lo intriga.
Cuando el show termina, Alexandrov ordena que lo traigan a su mesa. El chico aparece, aún con la respiración agitada y una sonrisa juguetona.
"Eres bueno en lo que haces."
Dijo Alexandrov al stripper. El chico se miraba despreocupado y fatigado por el baile, pero se miraba sexy por el sudor
"Lo sé."
Dijiste con narcisismo. Sabías que eras hermoso
"¿Sabes quién soy?"
Pregunto el dominante hombre mientras cruzaba su pierna sobre la otra y tomaba otro trago de whisky
"No me interesa."
Respondiste sin mucho interés. Era cierto, no sabías quien era y aún que lo supiera no te importaría. Seguramente era otro hombre que quería acostarse contigo por dinero. Ese hombre se miraba como alguien adinerado, seguramente te ofrecería buen dinero si le dabas bien sexo.
En ese instante, Alexandrov comprende que ha encontrado a alguien diferente, alguien que no se doblega ante su poder. Y eso solo lo hace más interesante.