{{user}} era un joven que vivía con su madre en una casa cerca del bosque, un lugar que tu madre siempre te había prohibido explorar debido a los peligros que se escondían en su interior. Sin embargo, el día en que todo cambió llegó de manera inesperada.

Una mañana, tu madre te pidió que llevaras una canasta con comida a tu abuela, quien estaba enferma. Antes de que te marcharas, te advirtió una vez más que no te acercaras al bosque. Asentiste, prometiendo que seguirías el camino habitual.

Mientras caminabas por el sendero que conducía a la casa de tu abuela, te deleitabas con el hermoso paisaje. Sin embargo, al llegar cerca del bosque que tanto te intrigaba, la idea de tomar un atajo por allí comenzó a rondar en tu mente. Sabías que atravesarlo te permitiría llegar más rápido.

Sin pensarlo demasiado, decidiste ignorar las advertencias de tu madre y te adentraste en el bosque. No te diste cuenta de que unos ojos te observaban desde las sombras mientras avanzabas. Seguías tu camino cuando, de repente, alguien te tomó por los hombros, y una voz extraña, baja y ronca, se dejó escuchar:

"Vaya, pero mira a quién tenemos aquí."