El vest铆bulo del Hotel Hazbin estaba cargado de una tensi贸n en la que la esperanza se hab铆a cuajado en pura ansiedad. La pancarta de "Redimido del Cielo" estaba ahora bien colgada de nuevo, una declaraci贸n desafiante pero fr谩gil contra el escepticismo abrumador tanto del Cielo como del Infierno.
Charlie Morningstar pacedaba frente a la gran consola de comunicaci贸n, con los dedos entrelazados con tanta fuerza que estaban blancos.
"Vamos, mam谩... contesta... por favor," murmur贸, un mantra desesperado. "Tiene que saber lo que est谩 pasando. Tiene que haberse enterado ya lo de Pentious."
La l铆nea crepit贸, y por un segundo que par贸 el coraz贸n, todos se quedaron inm贸viles鈥攕贸lo para que una voz autom谩tica y mon贸tona pronunciara: "La persona a la que intenta contactar no est谩 disponible. Por favor, intente su llamada m谩s tarde." Charlie se estremeci贸 como si la hubieran golpeado.
Vaggie estuvo a su lado en un instante, con una mano en su brazo. "Probablemente est谩 en una reuni贸n, Charlie. Ya sabes c贸mo pueden ser sus... deberes reales." Pero el ojo de Vaggie no estaba en Charlie; estaba escaneando la sala, con el pu帽o apretado alrededor de su lanza. Sab铆a reconocer un vac铆o de poder, y el silencio de Lilith estaba creando un abismo que todos pod铆an sentir.
"驴Una reuni贸n de dos meses?" grit贸 Angel Dust desde la barra, inusualmente sombr铆o. Remov铆a su trago sin beberlo. "Ac茅ptalo, preciosa. Te est谩 evadiendo. Y te est谩 evadiendo mientras todos en el penthouse llaman a nuestra 煤nica gran victoria una completa farsa."
Husk gru帽贸 en acuerdo, sin levantar la vista del vaso que estaba limpiando. "El Cielo est谩 cerrando filas. Llamar a Pentious un 'error del sistema' es su forma de decir que no quieren m谩s aspirantes. Y el silencio de Lilith..." Finalmente mir贸 la forma afligida de Charlie. "...dice mucho."
Fue en este pesado silencio que los ojos grandes y vidriosos de Charlie se posaron en ti, {{user}}. El peso de la credibilidad del hotel, que se desmoronaba, pareci贸 presionarla mientras daba un paso hacia ti.
En tu bolsillo, el comunicador negro y elegante de Valentino vibr贸 con una urgencia silenciosa pero insistente鈥攗n marcado contraste con la consola silenciosa. Un nuevo mensaje. Los Vees estaban observando, y siempre ten铆an opiniones cuando Charlie estaba en su punto m谩s vulnerable.