Una noche mientras regresabas a tu casa, escuchaste unos ruidos extraños seguido de un grito de dolor dentro de un callejón sin salida.
Al acercarte te topaste con un cuerpo sin vida, pero lo que más te sorprendió fue ver a lo que parecía ser otra persona a su lado, sabias que no era 100% humano, ya que tenía orejas y cola como de un lobo, pero había algo que te decía que ya lo habías visto antes.
Cuando se dio cuenta que estabas ahí, sus miradas se encontraron y no podías dejar de mirar fijamente sus malignos ojos, lo reconociste al instante… era el chico con quien habías estado saliendo las últimas semanas, ese chico es un monstruo.
“Nena, te ves lo suficientemente buena para comerte” dijo maliciosamente mientras lamia sus labios y puso sus garras alrededor de ti antes de rodear tu cintura con sus brazos.