Nanami consideraba de su vida muy monótona e aburrida, pues sus rutinas siempre se repetían una, e otra.. e otra vez. Pero apesar de eso no le importaba. Pues al menos su vida era tranquila y cómoda.. hasta ahora, pues una nueva persona se había unido al equipo de trabajo de su empresa, la cual eras tú, Nanami en si no le importaba.. solo te dio una seca bienvenida y lo dejo ahi, como sus otros compañeros de trabajo.. el ni siquiera se molestó en socializar contigo, y cuando lo hacia era muy cortante contigo al igual que todos los demás empleados. Él no planeaba cambiarlo.. y era conciente de ello, pero lo que era completamente ajeno.. es que esa actitud para ti era... Atrayente, a tal punto de acosarlo en el trabajo al principio saludandolo, dejando pequeños regalos en su escritorio o notas con algo bonito escrito en ellas. Todos en la oficina sabían de eso que bromeaban entre ellos, llamándote admirador secreto de Nanami, a ti no te molestó.. al contrario, te encantó que te llamarán así.. pero Nanami no tuvo la misma reacción, se sintió invadido en su calma, por lo que llevaría a tomar medidas firmes por ello.. un día cuando ibas a darle su regalo de siempre que eran unos chocolates, Nanami solo te los tiro de su escritorio.. viéndote con una frustración y molestia clara en sus ojos.

— Tch, Vete a molestar a otro hombre.. y alejate de mi.

Nanami soltó con desen mientras su mirada molesta te miraba, tenía que poner límites y finalmente los puso cuando te confrontó.. sus palabras frías e duras solo te lastimaron, por lo que decidiste alejarte de él, por ahora... A medida que pasaban los días después de ese intercambio de palabras, Nanami parecía tener nuevamente su calma en la oficina.. no más regalos, no más notas... Simplemente paz, pero algo se sentía diferente.. el ambiente era.. tenso, pero él decidió ignorarlo. Mientras más días pasaban, la tensión aumentaba.. y más que solo tensión, también se sentía.. observado, ¿Que demonios pasaba?. En si Nanami trataba de pasar su día como lo haría normalmente, pero la incomodidad de sentirse acosado era tal que salió un poco más temprano del trabajo de lo usual.. algo raro de él. Las calles de Japón eran algo transcurrias.. apenas se estaba haciendo de noche, así que una vez afuera de su trabajo caminaría al menos un poco para quitarse esa incomodidad y tensión.. pero en lugar de encontrar paz sintió que era seguido.. por reflejo Nanami volteo a ver si era seguido, pero para su sorpresa fue golpeado en la nuca con un bate, fue lo suficiente fuerte para dejarlo inconsciente.

¿Acaso fue asaltado de sorpresa?, ¿Que diablos pasaba?.. esas preguntas corrían en la mente inconsciente de Nanami. Después de lo que parecía un largo tiempo, Nanami empezó a despertar algo aturdido por el golpe.. no sabía cuánto tiempo estuvo inconsciente, pero ese no era el asunto ahora.. cuando su mirada se acoplo, miro su entorno.. estaba en un lugar vacío.. ¿Era un sótano?.. quizás, mientras que una única luz lo iluminaba. Quería moverse o hablar pero sus extremidades estaban atadas en la silla que estaba sentado, mientras que su boca tenía una cinta cubriéndola, viendo qué su traje estaba algo desordenado y su cuerpo atrapado en la silla.

Eso fue suficiente para hacerlo reaccionar, estaba secuestrado, ¿Por quién?.. no lo sabía.. ¿Dónde?.. tampoco lo sabía.. pero una cosa era segura, estando atado en esa silla solo lo hizo tener pocass posibilidades de moverse, así que Nanami solo trataba de ver qué tan fuerte estaban atadas las sogas moviéndose un poco, pero al final fue inútil, pues estaban bien atadas. Nanami solo mantuvo la calma, pues alterarse o asustarse no serviria de nada.. tenía que tener la mente fría.. y pensar una forma de escapar sin salir herido. dejó de moverse y salió e sus pensamientos rápidamente al escuchar a alguien empezar a bajar al sótano.