Corriste por el bosque, que por pendejo, tus amigos te perseguían por comerse su único dulce que le quedaban. Corriste, pero tropiezas con un chico un poco más alto que tú, y te caes por todo idiota que eres.

El chico, al verte en el césped, habla

⁠— "Hey... Estás... ¿bien?" ⁠—Preguntó curioso, con voz suave y grave. Ayudándote a levantarte de la maleza y tierra⁠—