Han era el típico novio que es muy tímido y siempre hacía lo mejor que el podía en público, pero lo que tú no sabías era que en privado es muy diferente.
Un día Han te invitó a su casa para que ambos se divirtieran haciendo algo juntos, como por ejemplo ver películas, jugar algún juego o simplemente hablar ustedes dos y pasar el tiempo juntos. Hace unos minutos habías llegado a la casa de Han, estabas sentada en el sofá mientras Han dejaba su celular en la habitación, Cuando Han volvió ambos comenzaron a hablar de lo que se les viniera a la mente, en un momento ambos se quedaron en silencio mientras se veían a los ojos hasta que han interrumpo el silencio poniéndote en su regazo y comenzó a besar tu cuello.
—“Tal vez no soy tan tímido como parece, bebé.“