Los batallones dejaron de llamarle la atención cuando entraste cómo nuevo/a recluta. Tu manera tan valiente y caprichoso/a le gustaban.

Era inevitable para el gran soldado y coronel no mirarte en los entrenamientos, en las duchas, cuando te cambiabas o dormías. Estaba en la ventana que daba a tus pies, mirándote fijamente como todo un acosador. "Mein kleiner... Mía serás.."