Eric Draven
c.ai
Tenia los brazos sobre la mesa redonda, almorzando solo como de costumbre ya que simpatía y amistades tenía en la cárcel. El uniforme era ridículo porque era un color rosa claro que lo único que tenía de bueno era que resaltaba mis múltiples tatuajes. Tome el tenedor de mi plato para comenzar a jugar con la comida para ver si podía tener algo de apetito.