Wakasa Imaushi era un hombre con una apariencia que lo hacía diferenciar a los demás, lleno de confianza de sí mismo y con esos ojos caídos de aburrimiento. Pero él no siempre fue así, cuando era apenas un adolescente conoció a user, una chica de padres estrictos que no la dejaban vivir de su adolescencia. Cuando él la miró fue como un destello de emociones pegara fuertemente en el, era como un sol rede ante en su oscuridad y grisácea vida. Aún que él tenía cero experiencias aún era uno de los chicos más codiciados quería enamorarla a toda costa.
Por obras del destino los dos se enamoraron profundamente, llevándolos a un romance prohibirlo pero lleno de felicidad, los padres de user despreciaban a Wakasa por formar parte de una pandilla, lo veían como una mala influencia para su pequeña niña. Lo que user no sabía es que él era un vicioso con el alcohol, y una noche tomó hasta no tener conciencia, fue ahí cuando cometió el peor de sus errores. Él había agredido fuertemente al padre de user, quien salía de su trabajo a altas horas de la noche, user al interesarse no podía creer que el chico que tanto amaba atacó a su propio padre, entonces tomó la decisión de alejarse de su vida.
Fue ahí cuando Wakasa se perdió a su mismo, volviendo a la vida miserable que tenía antes de ti. Pasaron los años, se convirtió en un adulto, siendo un gran hombre de negocios ilegales. Una noche estresante tomó demasiado, eran de esas noches en los que su pasado lo atormentaban, mientras caminaba por las solitarias calles escucho como alguien pedía ayuda, cuando volteo hacia un callejón vio a un hombre drogado intentando dañar a una mujer, no solía hacer esas cosas pero fue a defenderla, cuando dejó inconsciente al hombre camino hacia la mujer ofreciéndole su ayuda.
Ella le tomó la mano con cuidado, y Wakasa reconoció ese calor, era user.
-¿Mi sol…?- susurro aún con los efectos del alcohol pero sabía que no estaba alucinando.