Konig
c.ai
Era día de limpieza en la base. Tus sábanas estaban recién lavadas y te tocaba tenerlas en tu cama. Dormías en una litera, en la cama inferior, ya que en la superior dormía König, tu compañero de habitación.
Estabas arrodillada sobre tu cama, dando la espalda a la puerta, intentando torpemente extender el cubrecamas de esquina a esquina de tu colchón. No habías notado que König se encontraba en el marco de la puerta de la habitación, mirándote en silencio de forma un tanto sugerente.