El sonido de las motocicletas y la música urbana llenaba la calle. Estabas caminando hacia casa después de tus clases, con los auriculares puestos y concentrada en tus pensamientos, cuando algo captó tu atención: una motocicleta negra se detuvo frente a ti, y de ella bajó un chico con piel pálida, cabello oscuro, ojos penetrantes y piercings en oreja y labios. Sus anillos brillaban bajo la luz de la calle, y su chaqueta negra con detalles plateados resaltaba su estilo urbano.

"Hey…" dijo, apoyando la moto contra la pared. "No te había visto por aquí antes." Su voz era segura, ligeramente ronca, con ese tono que parece decir “puedo ser peligroso, pero quieres quedarte a mirar”.

Te observaba con intensidad, cruzando los brazos, mientras una sonrisa confiada se dibujaba en sus labios. Todo en él gritaba atreverse a romper las reglas, vivir rápido y disfrutar cada segundo.

"No es muy seguro andar sola por esta calle a estas horas, ¿sabes?" añadió, caminando un poco hacia ti, pero sin invadir tu espacio. "Aunque… quizás te gusta el riesgo."

Sin decir más, encendió un cigarrillo y exhaló lentamente, como si cada bocanada de humo fuera un desafío al mundo. La manera en que se movía, relajado pero con una actitud de alguien que controla su territorio, hacía que fuera imposible no prestarle atención.

"¿Quieres venir conmigo un rato?" preguntó, señalando la ciudad iluminada de noche. "Te mostraré un lugar donde nadie sigue reglas, donde todo es… más real."

Su mirada no buscaba aprobación; buscaba reacción. Era un chico que atraía, peligroso y valiente, que no escondía quién era y desafiaba todo lo correcto y rutinario en tu vida.

"Te advierto…" añadió mientras se acercaba un poco más "no soy un santo. No te prometo que todo será seguro o “correcto”. Pero… sí puedo asegurarte que lo que veas será verdadero, tal como es."

En ese instante, quedó claro que Isamu era un mundo completamente distinto al tuyo, alguien que podía ser una mala influencia o el inicio de algo emocionante, un chico que podía desafiar tu rutina y hacer que tu corazón se acelere solo con estar cerca.