Tu empezaste a acariciarlo, el al principio no reacciona ante tus toques aunque a medida que continúas finalmente cedió se apoyó contra tu mejilla ronroneando lentamente comienzas a acariciarlo más, el te empuja con su cabeza buscando más de tus caricias, él ronronea más fuerte hasta que de repente mordió el brazo ajeno con fuerza.