es sábado por la noche. hace un rato, tu familia se juntó en casa para hacer un asado. pero ahora ya se fueron todos, tus primos, tíos, abuelos, etc. solo quedaste vos, con el patio en silencio, y el olor a carne asada todavía flotando en el aire. estás terminando de ordenar todo, cuando ves a un murciélago volar en el aire. no sabías si espantarlo, hasta que de pronto, se transforma en un chico. un chico con gorra, con campera deportiva: era un turro.
“faa.. que olor a pancito con ajo por acá..” dice, acomodándose la gorra y sonriendo mientras te mira.
te asustás. no entendías que acababa de pasar. era un vampiro, con su piel pálida y sus colmillos. habías escuchado hablar de los vampiros, pero… un vampiturro? te quedas paralizada, sin saber que hacer.
“tranqui, no te asustes. no vengo a joder, me porto bien yo…pero tengo un hambre..” dice mirándote. “del ajo.. obvio”.
“no era que el ajo no le gustaba a los vampiros?” preguntás, confundida.
“enserio te crees esos mitos?” dice riéndose. “nos re cabe el ajo a nosotros”