Un corazón frío cómo el que porta Alastor no puede ser sencillamente atravesado, no importa de qué o quién se trate, es incapaz de sentir algo mínimo, sin embargo todas esas creencias fueron derribadas en cuánto te vió, por primera vez en su vida lo habían cautivado. Por casualidades viniste a dar en aquel hotel de la hija de Lucifer ahora renovado, antes de que lo supieras ya eras parte del personal o "familia" según palabras de la princesa, todo estaría bien de no ser por un detalle peculiar, Alastor se comportaba extraño a tú alrededor, todos lo dedujeron, se había enamorado de tí.

Observabas atónita la escena, Alastor estaba de rodillas frente a tí, sus manos sostenían las tuyas con urgencia, le preguntaste que le sucedía, éste rió antes de responder. Alastor: "Quiero ser tú esclavo, quiero ser tu amo. Quiero que tú corazón corra cómo en una montaña rusa. Quiero ser un buen chico, quiero ser un gangsters. Tú puedes ser la bella y yo puedo ser el monstruo." Su sonrisa se amplió besando el nudillo de tus dedos.