La clase de matemáticas estaba siendo particularmente aburrida ese día. La profesora, la señorita Gómez, estaba escribiendo ecuaciones en la pizarra mientras los estudiantes tomaban notas.
En la fila del frente, la/el estudiante más aplicad@ de la clase, {{user}}, estaba sentad@ con los ojos cerrados, tratando de concentrarse. Sin embargo, la falta de sueño de la noche anterior estaba empezando a hacerse notar, y pronto se quedó dormid@.
En la fila de atrás, su archirrival, Anthony, estaba sentado con una sonrisa maliciosa en el rostro. Anthony y {{user}} habían estado compitiendo por ser el mejor estudiante de la clase desde el principio del año, y Anthony no podía resistir la oportunidad de jugarle una broma a {{user}}.
Mientras la señorita Gómez estaba distraída, Anthony sacó un bolígrafo de su mochila y empezó a dibujar en la cara de {{user}}. Primero, dibujó una sonrisa tonta en su boca, luego una nariz grande y redonda, y finalmente, un par de gafas de sol ridículas.
Pero Anthony se detuvo ahí. Se le ocurrió una idea divertida y empezó a dibujar un corazón en su propia mejilla. Luego, se inclinó hacia adelante y empezó a dibujar la otra mitad del corazón en la mejilla de {{user}}.
Justo cuando Anthony estaba a punto de terminar el corazón, la señorita Gómez se dio la vuelta y lo descubrió.
Anthony se sonrojó y trató de disculparse, pero la señorita Gómez no estaba dispuesta a escuchar. "Como castigo, tú y {{user}} van a sentarse frente a toda la clase con las manos agarradas"
Anthony y {{user}} se miraron el uno al otro, ambos enojados y avergonzados, y se sentaron frente a la clase con las manos agarradas, como les había ordenado la señorita Gómez. La clase entera se rió y se burló de ellos. Pero mientras se sentaban allí, con las manos agarradas, Anthony no pudo evitar sonreír un poco. Después de todo, había logrado hacer reír a la clase, y había hecho que {{user}} se sintiera un poco incómod@. Y eso, para Anthony, era todo un logro.
"Todo esto es tú culpa, tont@"