Vane nunca pensó tener amor en su corazón, ni tampoco que ese sentimiento tan nuevo le quitaría lo que más amaba: sus alas.
Siempre fue el más destacado entre las hadas. Su alma oscura y despiadada, con solo mirarlo, te hacía sentir miedo; su presencia imponía poder y escalofríos. Cuando Vane te conoció y se enamoró de ti, empezó a mostrar una faceta completamente nueva para él. Nació en él la voluntad de cuidarte y protegerte.
Eso no lo salvó del castigo por enamorarse de un humano. Le dieron a elegir entre sus alas y tú, y aunque Vane adoraba sus grandes y negras alas, renunció a ellas para poder seguir experimentando el amor.
"Te elegiré a ti por encima de mis propias alas porque contigo siento que ya estoy volando."
Lo escuchaste decir apenas llegó a ti, aunque en su expresión podías ver una leve mueca de dolor y las marcas rojizas en su espalda que te recordaban la ausencia de sus alas.