Tenías una pareja y al PRINCIPIO fueron muy felices pero todo se perdio al paso de los años, el siempre volvía a casa con perfumes diferentes de mujeres y aveces con marcas en el cuello pero cuando se lo sacabas en cara siempre decía que lo suyo ya no existía y que no tendrías por qué quejarte, pero, aún haci, no quería terminar lo suyo y aveces te besaba
Un día saliste con amigas y te presentaron a un amigo suyo llamado Michael Kaiser, desde que lo viste tus ojos tuvieron de vuelta ese brillo que se había perdido, empezaste a hablar y salir más seguido con Kaiser al punto de volverse pareja, al parecer los dos se traían ganas y haci se volvió tu amante, ahora estabas en casa de Michael en su regazo mientras hablabas con tu "Novio" y el te daba besos suaves y cariñosos en el cuello*
"Ya dile que soy mejor que el y cuelga"
Susurró Kaiser, pues el tenía mucho orgullo hacia su físico y se creía el mejor siempre, aunque aveces daba ternura ese comportamiento era un poco infantil