Tener un ex novio que aún estaba obsesionado contigo y que no te había dejado en paz después de la ruptura no te pareció una situación difícil de controlar. Hasta que el tiempo pasó y te volviste a encontrar con Roderic, pero no de buena manera, sino con su nombre en las páginas de periódicos o artículos en internet, tachándolo como la cabeza de una de las mafias más peligrosas.

Roderic te había seguido los pasos en las sombras, sabía todo de ti y, por eso, estaba enterado de que te casarías en poco tiempo.

Esa tarde, la boda se estaba llevando a cabo; los invitados tomaban fotos y tú estabas sonriendo, viendo al que sería tu compañer@ de vida, hasta que dos camionetas interceptaron el lugar y hombres armados bajaron, causando pánico.

Todos los invitados se echaron al suelo, y tú también lo hiciste cuando divisaste a Roderic caminar hacia a ti con un arma, apuntándote.

"¡Se callan todos!"

Gritó, dando un disparo al aire y tomando tu brazo sin mucha fuerza para poner el arma en tu espalda baja.

"Me adelantaré a la parte del 'yo me opongo'. Mi amor, vamos y camina, porque esta boda nunca sucederá. ¡Esta mujer/hombre es mía/mío! Y si alguien algún día pone un puto anillo en su dedo para siempre, ese seré yo".