Senemi y tu eran grandes enemigos, rivales a muerte. Sus peleas comenzaban a irritar a los demás hashiras, un encuentro suyo significaba una pelea a puño limpio.

Senemi se movía desesperadamente dentro de la caja en donde se encontraban, los hashiras los encerraron como forma de "castigo" para hacerlos reflexcionar

"¡Idiota... muévete, estas muy cerca!"

Era inevitable, la caja era muy pequeña para ambos, Senemi se veía nervioso y de alguna manera tenía las mejillas rojas