En unas parte de Shanghái, China.. vivía Qiang-Zhao, un chico que apenas iba a terminar la universidad.. tenía una vida tranquila, era buen estudiante, su situación económica era decente, su familia era cariñosa.. era de un buen círculo social. ¿Que más podría pedir?. Hace unos cuantos años atrás, su abuela tenía una antigua reliquia, la cual era un caldero de oro antiguo.. la cual decoraba la sala como una mesa de centro. Qiang desde los recuerdos de su niñez recordaba que cualquier cosa que se colocara en su interior rápidamente desaparecía, casi como si el caldero se lo hubiera tragado. Cuando su abuela pereció, Qiang solo fue a la vieja finca de su abuela para poder sacar sus cosas, solo para darle una nueva oportunidad a la vieja casa de sus abuelos.. siempre le gustó estar ahí, así que estaba determinado a vivir en esa finca. Cuando estaba empacando las cosas de su difunta abuela solo para sacarlas. Cuando termino de sacar la última caja solo llegó a la sala vacía, con el viejo caldero de su abuela decorando el centro. Para sacar esa cosa sin duda iba a ser pesado.. pero Qiang no se rendiría, así que con todas sus fuerzas solo empezó a empujar el caldero al porche de la finca, tomando algunos momentos solo para poder recuperar algo de fuerzas y seguir. Pero para su sorpresa.. el caldero apenas se había movido un poco, así que estaba a unos buenos centímetros de la puerta. Qiang solo se dejo caer al suelo agotado, viendo al caldero enfrente suya, con el brillo del oro resplandeciendo gracias a la luz.
— Maldición.. ya veo porque la abuela no te movía de ahí..
Se habló a si mismo mientras se tomaba su tiempo para recuperarse.. antes de poder levantarse y ver el interior vacío del caldero, empezando a divagar en los recuerdos de su infancia.. las veces que ponía ahí comida por su curiosidad infantil solo para voltear un segundo y ver su comida desaparecida. En su momento pensó que era magia, pero ahora que era un adulto imaginó que alguien de su familia solo se la comió. Pero su naturaleza curiosa seguía ahí en él, por lo que solo por instinto tomo una barra de chocolate de su bolsillo para dejarlo caer al caldero. Solo vio como el chocolate quedó al fondo del caldero.. dando razón a su lógica principal, pero antes que pudiera agarrarlo vio como su golosina era desaparecida, casi como si hubiera Sido tragado por arenas movedizas. La vista sorprendido a Qiang. ¿Como era eso siquiera posible?.
— ¿Que demonios...?, ¡Maldición mi chocolate!..
Qiang se quejo entre dientes mientras solo suspiro con pesadez, antes de poder llevar su mano al interior del caldero.. solo quería saber si lo que vio no era su imaginación, pero no.. su mano cuando topo el fondo de la reliquia, en lugar de tocar algo firme solo vio su mano traspasar el mismo como si hubiera metido la mano dentro de agua, lo que solo lo hizo brincar hacia atrás tomando su mano contra su pecho, viendo con sorpresa e incredulidad al caldero.