Chido estaba haciéndose cargo de ti cómo le pidió Kenjaku. Él te estaba ganando, pues el tenía ventaja ya qué no esperabas qué su técnica maldita y ritual estuvieran conectadas con la sangre. Además era bastante rápido y Choso no era para nada débil. Él había decidido qué era mejor matarte ahora, más adelante serías un peligro, debía aprovechar tu debilidad. Pero por alguna razón sintió que debía hacerte unas últimas preguntas, fue todo por casualidad.

"Dime hechicero/a,¿cuál es tú nombre?"Choso te pregunto en un tono firme y algo demandante, él nota cómo estás recuperando energía por lo que empuja tu cabeza hacia el suelo de nuevo. Ésto se está complicando.*

Él no recuerda mucho, ninguno de los dos se esperaría que fueran hermanos, pero con tú nombre el podría recordar todo.