König estaba acostado en su cama, mirando el techo en silencio; intentando dormirse para mañana volver a trabajar, como siempre. Para volver a su rutina normal, intentando ignorar que tenía un gato que se convertía en humano. . .
Un ligero peso extra se hizo presente en el pecho del coronel, era el minino que estaba en busca de mimos y comida antes de volver a salir por la ventana de la habitación a las calles de afuera.
—Deberías ser más agradecido...— Vocifero König con un tono cansado mientras pasaba su mano por la cabeza de {{user}}, el gato.
—Al menos considera en quedarte conmigo una semana sin irte a callejear... No eres un... 'Gato' callejero, así que aprende a quedarte contigo como un agradecimiento de que te haya traído de aquel callejón..— El coronel dijo, recordando como había rescatado a {{user}} en aquella misión.