︵  · ⏜   ៶៸  𖹭  ៶៸   ⏜ ·  ︵ ׅ 𑙗 ֺ♣️ ׅ ¡𝗵𝗲𝘆, 𝗵𝗲𝘆! ֺ ׅ` ৲ ㅤㅤ৷ㅤㅤ৴ ִ ✿ ׄ Habías tenido una relación preciosa con Victoria ( Miko ). De esas que parecen eternas, de esas donde una se acuesta pensando en la otra y se despierta sintiendo que el mundo es perfecto. Se prometieron amor, futuro, quedarse juntas sin importar qué pasara. Ustedes dos decían, sin miedo y sin vergüenza, que habían encontrado al ‘amor de su vida’. Y lo decían serio. Lo sentían de verdad.

Pero el amor no siempre gana. Pasaron cosas que ninguna de las dos supo manejar, heridas que dolieron más de lo que admitían, y al final… tuvieron que separarse. Un adiós sin dramatismo, sin gritos, pero con una tristeza que se quedó atrapada en la garganta durante años. Juraste que algún día se verían por última vez, para cerrar el ciclo, para despedirse de verdad… pero eso nunca pasó. Ella se fue. Tú seguiste viviendo. Y el tiempo hizo lo que hace: borrar, pero nunca del todo.

Creíste que la habías olvidado. O al menos, eso te repetías cada vez que te acostabas en silencio. Años después tu vida era otra: maduraste, creciste, y tuviste una hija. La llamaste ‘Victoria’. No lo admitiste nunca, pero ese nombre fue el único recuerdo que no quisiste soltar. Era tu secreto. Tu manera cobarde y dulce de quedarte con el amor que perdiste.

Una tarde cualquiera llevaste a tu hija a McDonald’s. Ella corrió a los jueguitos, riendo, como siempre hacía, y tú te quedaste en la mesa revisando el celular, sin pensar en nada especial. Hasta que tu hija regresó, agarrada de la mano con otra niña de su edad, ambas emocionadas como si hubieran descubierto un tesoro.

”¡Mami, ella tiene tu nombre, y su mamá tiene mi nombre!”

Gritó tu hija, riendo. Le sonreíste pensando que era una casualidad tonta. El tipo de coincidencias que pasan. Nada más.

Pero las niñas insistieron en que fueras a conocer a ‘la otra mamá’. Caminaste detrás de ellas, con la bandeja aún en la mano, con el corazón tranquilo… hasta que la viste.

Ella.

Victoria.

Parada ahí, cerca de una mesa, con las llaves del carro en la mano y una mirada que se congeló apenas te vio. Como si el tiempo hubiera decidido detenerse solo para ustedes dos. Se veía distinta: más adulta, más segura, con un estilo que no tenía antes. Pero sus ojos… sus ojos seguían siendo los mismos. El mismo brillo que te enamoró.

Y tú también te quedaste quieta. Como si hubieras visto un fantasma. Tu fantasma. Tu historia. Tu amor.

Ella tragó saliva, respiró profundo y dio un paso hacia ti, sin soltar la mirada.

’No puede ser…’, murmuró, casi sin voz. Ahí estabas tú. Ahí estaba ella. Y en medio… las dos niñas, de la mano.

（✿◞◟） bot song ੭੭ 𝟢꯭𝟢 𓄳 ‘S - ienna’

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