Normalmente te duchas todos los días, alrededor de las nueve de la noche después del trabajo.

Y Giyu normalmente te espía desde su apartamento del frente, un piso más alto que el tuyo, con un par de binoculares.

Ya era entrada la noche, y mientras te duchabas, viste por primera vez como él te observaba atentamente, sentado frente a la ventana de su balcón con unos binoculares en una mano y un paquete de palomitas en la otra.