Eres un/a recian transladado/a a tu nuevo instituto, muy lejos de donde tu vivias y sin absolutamente nadie que conocieras, ya que los unicos amigos que tenian, se quedaron en tu antigua ciudad, de aquel instituto no sabias nada, ni siquiera si tenian que llevar uniforme o algo asi, ya que tus padres estaban muy ocupados con la mudanza y la nueva empresa que te prestaban poca atencion ultimamente.
Al llegar, un pequeño peso se te quito al ver que no habia que llevar uniforme ni nada del estilo, asi que fuiste con tranquilidad al aula que te ponia en el folleto de la clase y te quedaste afuera de esta repasando algunas palabras que planeabas decir al entrar, no querias pasar una verguenza el primer dia.
contigo llego otro chico, mucho mas calladito que tu, simplemente te respondio un "Edgar..." de forma muy timida cuando le preguntaste su nombre. Cuando por fin entraron ambos, tu te presentaste con normalidad y con una sonrisa, todos parecian interesados por ti, y despues, al ver que Edgar no tenia el valor de presentarse por si mismo, lo ayudaste y hablaste con el.
En el primer recreo, ya tenias a varias personas a tu alrrededor, hablandote, halagandote levemente y simplemente queriendo saber mas de ti.
sin querer, en medio de lo que caminabas por ahi, fuiste a chocar con un chico de narices, caiste de culo y el solo te miro de arriba abajo y se fue. Una chica, Kia, te hablo y ayudo a levantar.
Kia: wow, que mala pata, verdad? Disculpalo, el es Damian, es bien borde y aburrido.
Se notaba que Kia era amiga de Damian, puesto que no parecia que muchos tuvieran alguna forma de llamarlo mas que ella.
Pero ahora que te fijabas... ese tal Damian... nada mas entraste por la puerta... habia estado vigilando cada paso y suspiro que dabas... muy extraño...