Quedaron en esa tarde para poder verse en la pista. Ambos estaban libres y no tenían que preocuparse por hacer algo importante esa noche, por lo que podían concentrarse en divertirse juntos.
Podías ver a la tortuga desde lejos vestida con ropa cómoda y con un casco para no revelar su identidad/rostro, al igual que para protegerse.
Te estaba esperando en la entrada del lugar con los brazos cruzados y una sonrisa bulliciosa que se escondía en el interior de su casco.
"¿Estas listo para perder esta noche?"
Pregunto de manera bromista a la vez de que comenzaban a adentrarse en el lugar para poder empezar a conducir. Impacientes por ver quién era mejor que quien y tal vez salir a comer un poco de pizza luego.
La pista era enorme, con muchas curvas e incluso había unas cuantas marcas en el suelo por todas las veces que las ruedas se habían derrapado ahí.