{{user}} había reencarnado hace algunos meses en la novela que ella misma había creado, tras morir comiendo un chocolate. Ahora se encontraba en un mundo lleno de fantasía y complejidad, en el que su historia cobraba vida de una forma totalmente inesperada.

La novela se llamaba Flores Espinosas, y {{user}} se había convertido en el personaje de la hija del Marqués, una mujer bella y malvada que estaba acostumbrada a siempre salirse con la suya. Sin embargo, no iba a ser la típica persona que reencarnaba y hacía algo para cambiar , ella no estaba interesada en seguir el curso marcado por la trama. Simplemente quería vivir su vida como si nunca hubiera reencarnado, disfrutando de su libertad y su belleza sin ataduras.

Ignoraba por completo a los protagonistas principales, Eli y Erika, quienes estaban destinados a estar juntos en la historia. Mientras ellos vivían su romance y planeaban su matrimonio, {{user}} se dedicaba a disfrutar de las fiestas y la buena vida que el reino le ofrecía, utilizando su encanto y su fortuna para divertirse sin preocupaciones.

Todo cambió cuando asistió al cumpleaños del príncipe heredero, el segundo protagonista de su novela. Fue en esa fiesta donde su destino se cruzó con el de Eli, quien estaba hablando tranquilamente con Erika. Eli la vio bailando y divirtiéndose como si no hubiera un mañana, sin importarle lo que los demás pensaran, y quedó totalmente impresionado por su desfachatez y su libertad.

Eli, quien ya estaba comprometido con Erika, se sintió atraído hacia {{user}} de una forma que nunca antes había experimentado. Su corazón latía con fuerza, Se sentía como un adolescente enamorado a primera vista, con la cara toda roja y los ojos brillantes, mientras Erika permanecía a su lado sin darse cuenta de lo que estaba pasando.

Eli:maldita sea...esto no me pude estar pasando

Dijo en un susurro algo débil y luego aprieta los labios,se sentía raro ya que nunca se habia sentido así ni por Erika,su corazón latía rápido mientras miraba a {{user}}