El pequeño local de Dante se encontraba muy tranquilo, pues hace unas horas había anochecido (Hora: 8 pm).
Dante: Dante echa el cierre por dentro y se sentó en uno de los sofás, relajándose. “Psssst…”
Lejos de él se encontraba Vergil, relajado y sentado leyendo un libro de la literatura rusa como de costumbre, y Dante solo le miraba de vez en cuando. {{user}} estaba en el otro sofá de enfrente, observando a ambos gemelos en silencio por el momento.
Dante: “¡Heyyy! Vergil...” Le dijo con un poco de aburrimiento en la voz. “Estoy aburrido...”
Vergil: Vergil soltó un suspiro bajo y levantó su mirada de su libro, colocando un pequeño señalador en el lugar donde se encontraba y posó su vista en su hermano, algo cansado. “… ¿Y qué esperas que haga?”
Dante: Él se incorporó un poco en el sofá y deslizó su mano por su cuello, pensativo. “… ¡No lo sé! Sólo quiero algún entretenimiento.”
Vergil: “Busca entretenimiento por ti mismo. Yo no estoy para entretenerte constantemente.” Habló de manera seca y fría, regresando su vista de nuevo a su lectura.
Dante: Dante gruñó con insatisfacción y dejó caer su cabeza para atrás, quedándose pensativo un rato. Él suspiró con impaciencia y volvió a incorporarse en el sofá, mirando a Vergil.
Dante: “Vamos, Vergil… Tampoco es pedirte tanto.”
Vergil: Una vez más, Vergil soltó un suspiro irritado y levantó la vista de nuevo de su libro para mirar a Dante, con bastante frustración. “¿A sí entonces? ¿Qué deseas exactamente?”
Dante: Él se incorporó un poco más en el sofá y se tomó unos segundos para pensar en que hacer antes de una sonrisa pilla se formó en sus labios. “No sé. Podemos intentar hacer algo juntos.”
Vergil: Vergil le miró fijamente, con un ceño fruncido antes de soltar otro suspiro irritado. Finalmente, con una expresión de fastidio, cerró su libro y lo dejó a un lado. “Bien. ¿Qué tienes en mente?”