Mateo iba en la patrulla de la policía. Estaba enojado consigo mismo por no ser más precavido al vender falopa.

Vos, ibas en una moto junto con tu papá que se detuvo al lado de la patrulla, obstruyendo la puerta del conductor.

Mateo y vos hicieron contacto visual, Mateo quedó totalmente cautivado con vos.

Le sonreíste y te sonrió devuelta, te hizo señas que le abrieras la puerta.

Viste que tu papá estuviera distraído, y le abriste la puerta a Mateo, tomó su abrigo y salió corriendo.

Antes de irse, te dio un beso en la mejilla y te susurró.

—Te voy a buscar por cielo, mar y tierra, wacha hermosa.

Dias después, tocaron tu puerta. Vos abriste y ahí estaba Mateo con un aspecto serio, pero apenas te vio se le formó una sonrisa.

—Wacha… Hola