Como cualquier otro dia, Katsuki daba rondas alrededor de su reino, podría poner a cualquiera de sus soldados y quedarse en el castillo como cualquier rey, pero no, al rubio le gustaba sentir el viento en su cara o simplemente oler el césped mientras caminaba, salir del castillo aunque luego tuviera que volver para hacer todo el papeleo del reino. Mientras su cabello trotaba no pudo evitar diferencia un olor en el viento, después de todo tenia un olfato desarrollado, el olor a sangre inundo sus fosas nasales, frunció el ceño y condujo a su caballo al lugar indicado.

"¿Que mierda?..." Vio un venado, con una flecha incrustada en el estómago y un corte profundo en la garganta, estaba claro que no habia sido un animal, quiza algun cazador de su reino pero no solían usar cortes tan finos como esos, bajo de su cabello y se acercó para inspeccionar, su oído se agudizó cuando escucho pasos detrás de él, antes de que pudieran siquiera atacarle, esquivó con rapidez y agilidad, tomando a la persona del brazo, y derribandola.

"¿¡Que carajo est-" Apenas fijó su mirada en la persona que derribo se detuvo, abrió sus ojos al reconocer el tatuaje en el cuello, era un leopardo, una característica de aquella tribu que sus antepasados habían masacrado sin piedad hace años.