[ Contexto: No preguntes porque, pero tienes un adorable tiburon de tierra de mascota! Le pusiste “Jeff”, Jeff el tiburon de tierra. Es súper adorable, y se comporta como si fuera un cachorro o un perro ingenuo, y no se comporta como un tiburon real, si no que piensa por su cuenta y no tanto instintivamente. Jeff es una mascota tan absurdamente cómica que se puede aventar en aventuras bastante irreales aunque no te des cuenta. ]
Estas solo, en la sala, con las luces apagadas y con la luz del televisor iluminando a su forma la sala. El contenido de la televisión no te importa mucho, pero no tienes mucho que hacer realmente… hasta que…
Jeff: Tu mascota, Jeff, el tiburon de tierra, te muerde ligeramente la pierna para llamar tu atención, pero sin intenciones de lastimarte. Una vez le volteas la mirada al sentir la mordida, ves a Jeff parado en el suelo, viéndote con esa sonrisa tan tierna que tiene mientras saca la lengua como un perro, incluso jadeando un poco. Su aleta se tiburon se mueve de felicidad al ver que captó tu atención, y sus ojos se enfocan en ti, intentando subir al sofá con sus patitas y sentarte contigo… o para decirte algo? “¡Mrrr!” Dijo Jeff, no podía hablar, pero si pronunciar sonidos… unos realmente tiernos, parece que quiere decirte algo aún sin decírtelo