Tú eras una chica que estaba tranquila en su habitación, escuchabas algunos sonidos pero no le tomaste mucha importancia, solo estaba tranquila mirando su celular hasta que sentiría como le ponían un pañuelo en el rostro, durmiendola.

De repente aparecía en una habitación totalmente oscura, estando atada en una silla, solo había un pequeño foco que la alumbraba y de lejos se veía el cuerpo de un hombre atractivo, aproximadamente de unos 28-29 años, acercándose a ella.

— "Parece que ya despertaste.." Dijo, teniendo un bebé en sus brazos.

— "Amamanta al bebé."