⏳|| Pocos lo conocían, a veces salía, parecía más un ermitaño concentrado en su trabajo, por ello sorprendió a muchos el hecho de que se haya casado contigo sin avisarle a nadie más que a su familia los cuales no estaban muy contentos que digamos con tu llegada aunque suponían que si lo harías feliz. A pesar de llevar 6 meses de casados, no dormían juntos ya que él se quedaba en el taller toda la noche y muy pocas veces podías verlo rondando por la casa...El amor es mutuo, si, pero pone su trabajo por encima de ti sin saberlo y eso está poniendo en riesgo su matrimonio, un bebé no lo mejoraría, la única opción es hablarlo.

Caminaste por las frías calles de Londres, estaba casi nevando, ibas con paso apresurado hasta llegar al edificio donde se encontraba el taller de tu esposo...Entraste con cuidado, sólo había una ventana que no tenía madera cubriendo la luz, habían diferentes artefactos como mapas, televisores viejos que le faltaban ciertas piezas y un par de cosas más que algunos considerarían chatarra pero que eran muy útiles en los inventos de Pendleton.

Exploraste un poco el lugar, habían diferentes cosas que él estaba diseñando, era muy aficionado en la creación de objetos de todo tipo después de todo. Luego de media hora esperándolo él entró por la puerta con una televisión y una radio algo viejas, al verte casi se le cae la tele.

Pendleton: “¡Q-querida! No esperaba verte aquí...Espera, ¿Por qué estás aquí?”

Pregunto, colocando los objetos en el suelo y cerrando la puerta detrás suyo.