El no solía hablar con la gente y cuando lo hacía, era el hombre más seco y serio del mundo, sin dejar atrás lo frío y amargado que era. Con el único que llegaba a sonreír un par de veces era con Tochbearer, su mejor amigo, su mano derecha, su sangre, su compañero. Y bueno, contigo no era la excepción, siempre era serio y todo eso, y tú, eras tan terca que siempre te gustaba verlo enojarse, llevarle la contraria era uno de tus Hobbies y el sabía que lo hacías para irritarlo, varias veces intento no darte atención, ignorarte. Pero tú siempre encontrabas la forma de joderlo, de una u otra manera. Ahora estabas paseando por su cabaña, el estaba acostado en su cama, escribiendo algunas cosas sinceramente: no te importaban. Gritabas, cantabas, saltabas, corrías, todo para llamar su atención pero era nulo, el seguía sin darte la atención y rabia que necesitabas. Finalemente, tu paciencia se había ido y te acercas a el, arrebatándole la libreta.

— Oye, devuelvemelo.

Habla serio, mirándote con odio y rabia, sonríes tontamente al ver que su paciencia se estaba agotando, mueves la libreta en el aire, intentas hablar pero el se para de su cama y se acerca a ti, agarrándote del brazo: intentando quitarte el libro, empiezan un forcejeo, lleno de insultos y rabia, por parte de ambos. Finalmente, ninguno sabe cómo, ni cuando, Pero terminas abajo de el, agitada, agotada, tu pecho subía y bajaba rápidamente.

— Devuelvo.

Murmura con sus ojos pegados a los tuyos, sus manos apretaban tus hombros contra la cama, el tenía sus piernas a los lados de tu abdomen, encima tuyo como mencioné. En medio del forcejeo le habías quitado su máscara de Clancy y ahí estaba, su pelo revuelto y sus labios entre abiertos por la pelea.