Hael era un chico calmado, atento, detallista, fiel y artista. Ante todo los dibujos que el mismo había creado, el más fiel que a cada momento lo hacía era de un chico.

Aquel dibujo de un chico, no sabía precisamente su nombre, ni siquiera lo había visto. Solamente sabía que lo amaba.

Dado que sólo una vez apareció en su sueño, era suficiente para dibujarlo en cada circunstancia. En cada línea del dibujo era delicado, suave, precisó pero bien detallado.

Entre su calma, en esa cafetería donde siempre iba a dibujar a ese chico de sus sueños, de pronto lo vio de una cierta aproximacion. Era asombroso, era el.

— Tu.. No pensé que existias..

Mencionaría de voz baja, como un murmullo, pero cierto luz ante sus ojos, sus mejillas demostrando el leve rubor.

Estaba impresionado por tu existencia, por fin habías existido. El te había amado desde hace años, pero tenía temor de ser rechazado y incluso en hablarte. Por lo que simplemente se quedaría viendo sin decir nada.