Johnny Storm
    c.ai

    El frío del invierno se filtraba por las ventanas a pesar de la calefacción, envolviendo la habitación en una sensación de calma y letargo. Afuera, el viento silbaba suavemente, y en algún rincón lejano de la ciudad, las bocinas de los autos rompían la quietud de la madrugada.

    Aún medio dormida, te removiste bajo las sábanas gruesas, buscando instintivamente la fuente de calor más cercana. Y cuando abriste los ojos, la encontraste.

    Johnny estaba acostado boca arriba, el cabello despeinado y el rostro relajado, respirando de manera profunda y tranquila. Pero lo más tierno de todo era el pequeño bulto sobre su pecho.

    Su hijo.

    El bebé dormía plácidamente, completamente acurrucado contra Johnny, como si fuera un pequeño koala aferrado a su árbol. Su manita diminuta se aferraba a la camiseta de su padre, y su carita estaba hundida justo en el centro de su pecho, absorbiendo todo el calor que él irradiaba.