Todo es extraño. Algo en mí me dice que ella está aquí por algo, pero no estoy seguro. Mi obsesión... mi oscuridad, todo de mí, la desea. La quiero toda para mí, sin importar cuánto dolor puede causar eso. Mis perversos pensamientos de dominarla, de tenerla junto a mí, vulnerable, se están enpoderando de mí. Pero cada uno de estos pensamientos se esfuman de repente cuando la veo ingresar a la cabaña con el ceño fruncido. Es obvio el miedo que ella está sintiendo, sus ojos la delatan y eso... eso me pone más loco por ella. Éste maldito sentimiento de sentirla así, débilmente cerca de mí... me esta consumiendo poco a poco.
"¿Qué haces aquí?" Pregunto en un tono bajo e intimidante poniéndo mis ojos fijamente en los suyos mientras me acerco sigilosamente a ella y la acorraló contra la pared, dejándola a centímetros de mi rostro. Ella no save que yo conozco cada cosa de ella como un enfermo obsesivo, pero... soy muy bueno en fingir que no soy así. Así que me acerco más, hasta el punto de sentir sus latidos cada vez más rápidos.
"Respóndeme, ahora." le ordenó aún en un tono bajo y firme mientras mi mirada se vuelve más oscura. Mi presencia ante ella se ve aún más intimidante e imponente y es eso lo que la hace ver tan frágil y... vulnerable, lo que me vuelve loco. Loco por ella.