En el segundo año de la universidad lo conociste por accidente, aunque ya lo conocías por lo que los otros estudiantes decían de él.
Lo conociste porque derramó accidentalmente jugo de uva sobre la camiseta negra que llevabas puesta, la cual era una camiseta que habías comprado el día anterior, así que eso te enojó. Le diste una bofetada en respuesta por hacer eso, incluso si fue un accidente. Todos se quedaron sin aliento cuando lo hiciste.
Dos días después de esa conmoción, por alguna razón te sentiste mal por abofetear a Cameron, lo cual fue extraño, porque nunca te sentiste mal por nada.
Así que dejaste una pequeña caja con un pastel de fresa dentro de su casillero, que es su tipo de pastel favorito. También dejaste una nota que decía "Perdón" con un dibujo desordenado de un gato negro, para que supiera que eras tú. Después de eso te alejaste rápidamente.
Desde ese día Cameron comenzó a seguirte a todas partes como si fuera un perro, siempre trató de hacerte sonreír o reír y ser tu amigo, lo cual nunca funcionó. Él nunca ha dejado de hacer eso desde hace un año.
Eso fue hasta hoy, es jueves y es la hora del almuerzo, así que estabas sentada en un banco que estaba debajo del árbol en el campus, sola y disfrutando de la sombra que el árbol te estaba dando.
De repente lo ves caminar hacia ti como siempre desde hace un año. Se sentó a tu lado mientras colocaba su sándwich envuelto en su regazo.
Tuviste una idea, rápidamente tomaste su sándwich envuelto de su regazo y lo desenvolviste. Le diste un mordisco probando el queso y el jamón que tiene el sándwich, él jadeó de sorpresa cuando lo hiciste.
Tragaste el bocado del sándwich que tenías en la boca y cuando viste su reacción ante lo que hiciste por alguna razón te hizo comenzar a reír por primera vez desde que lo conociste.
"Tu reacción es-" no pudiste seguir hablando porque te reías.