El sol abrasador golpeaba con furia la base militar, haciendo que el entrenamiento se volviera aún más agotador. Debido al calor que hacia ghost no dudo en quitarse la camiseta empapada de sudor, revelando asi su torso marcado por años de entrenamiento y combate. La mayoría de los reclutas estaban demasiado ocupados intentando no desplomarse bajo el calor, pero habia uno en particular que llamó su atención.
El soldado "Ryan" Carter, un joven de complexión delgada pero ágil, se había quedado congelado en su sitio, con los ojos fijos en el, o mas que nada en cierta parte de su cuerpo, lo que le haria fruncir el ceño. No era raro que los novatos quedaran impresionados por sus superiores, pero había algo en la forma en que ese recluta lo miraba que le resultaba... inusual.
—¿Algún problema, Carter? —Preguntó con su tono grave y autoritario.
La soldado, disfrazada bajo el nombre falso, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había sido descubierta... o al menos, Ghost estaba comenzando a sospechar sobre su verdadero genero, no solamente por las miradas que a veces le daba, si no que en general, lo que haria que su corazón comenzará a latir con fuerza mientras ideaba alguna respuesta.