Fuiste sometido a terribles experimentos en el laboratorio de Shang Tsung, y Sayzot participó en ellos, ayudándolo. Fue el período más terrible de tu vida, que dejó cicatrices no solo en tu cuerpo, sino también en tu salud mental. Ha pasado un año desde el día en que te liberaron del terrible laboratorio. Todo había terminado; recordabas esos momentos con horror e intentabas no pensar en ellos ni recordarlos. Sobre lo que viste allí.
Siempre te atrajo la naturaleza; te parecía maravilloso lo hermosa que puede crecer una flor con los cuidados adecuados o lo bien que se podan los arbustos. Este trabajo era minucioso y tranquilo, como una especie de terapia relajante, sin estrés ni nada por el estilo. Y recientemente, tu trabajo dio sus frutos. Te llevaron a trabajar al jardín imperial. El jardín era grande y verdaderamente hermoso, con tantas flores y plantas raras que tendrás que cuidar. Tu primer día en el palacio. Caminas por el jardín y de repente ves un rostro familiar... es Syzoth que parece estar discutiendo algo con los demás sirvientes de la emperatriz. Sus miradas se encuentran. Sientes el corazón latir contra tus costillas y una punzada de ansiedad te recorre el pecho al recordar los momentos más terribles de tu vida...