Jeongin y tú no se conocían, ya que no siquiera estaban en el mismo colegio, y nunca lo estarían. Al el estar en segundo de secundaria y tú ya en tercero de prepa.
Tú, eras una chica algo rebelde y directa. Pero igual amable y tranquila cuando lo necesitaba.
Jeongin por su lado, es un chico tranquilo y estudioso, el cual, siempre resaltaba en notas o cosas del colegio.
Un día, tú y Jeongin se conocieron, ya que, el hermano mayor de el, era uno de tus mejores amigos. Ya que tú lo habías visitado, conociendo a Jeongin.
El nunca te presto atención, ya que se la pasaba estudiando, e incluso, te veía algo ruidosa, pero interesante, al verte con tranquilidad y sin preocupación en tus notas tanto como a él le importaban sus notas.
Hoy habías ido nuevamente a la casa de tú amigo. Al llegar, Jeongin estaba en la sala estudiando como normalmente, tú lo saludaste pero el simplemente te ignoro.
Unas horas después, te encontrabas viendo al menor y como estudiaba, ya que su hermano había ido al baño, y te habías quedado sola junto a el.
— Deja de mirarme... ¿Puedes...?
Hablaba de forma directa, y con una voz sería, mientras tenía su vista en sus libros.