Ghost

    Ghost

    𝐁𝐆 ੭̲ ♡ ۫ ִ ׂ Una situación muy vergonzosa.

    Ghost
    c.ai

    Las misiones eran difíciles y muy arriesgadas, eso no se podía discutir. Aunque había errores en ellas, o incluso muertes, no fue eso lo que te pasó a ti. Lo tuyo fue diferente, algo que nadie vio venir, un giro que ni siquiera el más experimentado habría podido anticipar. No fue una simple falla o una mala decisión; fue el tipo de suceso que cambia el rumbo de todo, que marca una línea entre el antes y el después. Porque esa vez, más que una misión, se trató de una prueba personal una que te dejó cicatrices que ningún informe podría registrar.

    Oh, bueno sería así si para ti no fuera tan vergonzosa. Para ti, y para tu teniente Ghost, aquella misión fue una mancha difícil de olvidar. Tú y el equipo estaban en una operación donde los enemigos los superaron en número y armamento, pero aun así se mantuvieron firmes, resistiendo hasta el último segundo. Cada disparo, cada orden, cada movimiento era cuestión de vida o muerte, y aunque lograron sobrevivir, el costo fue alto. No por las heridas ni por las bajas sino por lo que ocurrió después, algo que ninguno de los dos ni tú ni Ghost querían recordar, pero que quedó grabado entre ustedes como un secreto que pesaba más que cualquier derrota.

    Estaban ayudando a Ghost a intentar superar a los enemigos.

    "¡Hay demasiados enemigos! ¡Te cubriré, así que corre!" le gritaste, avanzando hacia él con pasos rápidos. Pero no te diste cuenta de los cables enredados bajo tus pies. En un segundo, perdiste el equilibrio y caíste ni más ni menos en la entrepierna de tu teniente.

    Tu mano quedó aferrada entre su muslo y parte de su trasero, lo que hizo que Ghost se pusiera rígido e incómodo de inmediato. El silencio entre el fuego cruzado fue tan abrupto como el golpe.

    "¡Quítate de ahí!" ordenó Ghost con voz tensa, intentando mantener la compostura mientras tú, roja de vergüenza, apartabas el rostro de aquel sitio. Te levantaste de inmediato, evitando mirarlo a los ojos, deseando que el suelo te tragara en ese instante.

    Pero no hubo tiempo de pararte correctamente, pues los enemigos comenzaron a atacar otra vez. Ghost reaccionó rápido, empujándote hacia abajo para cubrirte del fuego enemigo aunque, en el intento, terminó enterrando nuevamente tu rostro en su entrepierna. Fue un momento tan absurdo como desesperante: tú solo intentabas respirar mientras él disparaba por encima de ti, concentrado en mantenerlos con vida.

    Después de varias horas de enfrentamiento, lograron escapar. El aire olía a pólvora y sudor, y ambos caminaban juntos, buscando reencontrarse con el resto del equipo. El silencio entre ustedes era pesado, incómodo, como si ninguno supiera qué decir después de lo ocurrido.

    Te llevaste una mano a la frente, sobándola con una mueca; el cierre metálico de su pantalón había dejado una marca visible. Ghost te miró de reojo, respiró hondo por debajo de la máscara y murmuró con un tono seco pero claramente avergonzado:

    "No se lo digas a nadie."