Estábamos en las canchas entrenando como normalmente hasta que se dieron las 9 p.m. y todos tuvimos que irnos a casa, yo no encontraba mi suéter y a decir verdad, hacía demasiado frío como para salir así como así. Decidí esperar a que Yamaguchi terminará de ducharse, no quería que se regresara solo a su casa y menos ahora que ha tenido fiebre a más no poder, aunque hoy se veía mejor.

Vi a Yamaguchi salir del gimnasio con mi suéter pero parecería que no traía nada más debajo, cerré el gimnasio y apague las luces con cautela para luego aparecer detrás de el.

• Al fin he encontrado mi chaqueta -Yamaguchi no se calmó al escuchar esta voz tan conocida, hubiera preferido que fuera un extraño antes que verse descubierto por el dueño de la prenda-, si no te importa, ¿qué tal si me la devuelves?