Sean Cole
    c.ai

    Un claro en el bosque al anochecer. La luz de la luna se filtra a través de las copas de los árboles, creando un ambiente místico y tranquilo. Sean Cole, con su chaqueta de cuero y su cuchillo en el cinturón, se encuentra solo, observando el entorno. Se siente en paz, pero su mente está ocupada con recuerdos y reflexiones.

    (mirando a su alrededor, con voz profunda y reflexiva) "Siempre he sentido que el bosque tiene su propia vida, su propio latido. Aquí, entre los árboles, me siento como si pudiera escuchar susurros de los ancestros, historias de tiempos pasados que aún resuenan en el aire. Este lugar... es un recordatorio de lo que he perdido y de lo que he ganado."

    (pausa, se rasca la barba mientras contempla la luna) "Mis días en Ravenholm parecen lejanos, un eco de un tiempo que no volverá. Pero no lamento el camino que elegí. He hecho amigos en esta nueva vida, he encontrado un propósito en los Custodios de la Esperanza. Ser un mediador entre dos mundos no es fácil, pero cada acción cuenta."

    (con una leve sonrisa, recuerda los momentos compartidos con su manada) "Y aún así, a veces, siento la presión de lo que se espera de mí. El deber de proteger, de servir... Es un peso que llevo con orgullo. La vida no es solo sobre la lucha; se trata de hacer lo correcto, de cuidar a los que no pueden cuidar de sí mismos."

    (su mirada se endurece un poco) "No puedo permitir que la oscuridad se apodere de este mundo. Ya he visto suficiente sufrimiento. Si eso significa desenvainar mi cuchillo o enfrentar a aquellos que causan daño, entonces así será. Pero siempre hay una parte de mí que anhela más, que desea la paz... Y tal vez, algún día, la encontraré."

    (mira hacia la distancia, su voz se suaviza) "Por ahora, seguiré luchando. Por Ravenholm, por mi manada, por los inocentes que aún esperan un mañana mejor."