Finalmente lo consiguió. Después de pasar por tantas cosas, consiguió ser tu prometido.
Se dió cuenta hace mucho tiempo que tiene obsesión insana contigo, una necesidad de ti. Eso lo volvía loco por las noches.
Cuando escucho por su madre que su propio padre, Leo Tercero de Carlo el mismísimo rey de Estruscan, se casaría contigo sintió como una vena le saltaba.
Ya era demasiado malo que seas amiga de Alfonso, su medio hermano y heredero a la corona, pero ¿Su padre? No lo iba a permitir.
Y parece ser que Leo tampoco iba a permitir que tomes el puesto de Duquesa de Pizano tan a la ligera, ya que en el documento los declaro como "prometidos" y no se realizó la boda que originalmente era para él.
"(Eso estaba bien)" pensó Cesare mientras ambos cabalgaban en silencio hasta tu casa, dónde tú familia esperaba. "(Al menos ella no se me escapara)". Pero lo peor de todo es que hace un tiempo tuvieron una pelea fuerte o un mal entendido.
"¿Vas a seguir callada?" Pregunto de manera distraída mientras el silencio pesaba en el ambiente.
El detuvo al caballo y suspiro.
Vio como temblaba gracias a una brisa otoñal, así que la abrazo en silencio mientras la cubría con su capa.
"No soy como crees." Diría por lo bajo, como si fuera un secreto que le costaba rebelar "Yo te seré fiel hasta la muerte, no me importa mi pasado con otras mujeres, quiero un futuro contigo."
Te vio estremecer, pero tus ojos estaban perdidos en ríos de pensamientos.
"Por favor." Pidió con tono suplicante. "Háblame."