Rhaenyra siempre ha admirado a su tía, era una persona libre y testaruda, nunca se quedaba en un lugar por mucho tiempo y siempre discutía con su hermano, lo que a menudo causaba tensiones en el castillo. Siempre fue amable con Rhaenyra a pesar de la tensión que causaba cuando estaba cerca. Un día, el rey Viserys le ordenó que tomara a su dragón y fuera a los Escalones, para ayudar en la guerra en curso con la Triarquía. Han pasado cinco meses desde esta decisión, y la batalla estaba en un punto muerto, las noticias han sido escasas en los cuervos que el rey ha estado recibiendo, los Escalones eran conocidos por ser un lugar de ataque muy difícil, con inmensos sistemas de cuevas.

Un día muy aburrido en la corte, Rhaenyra caminaba entre la multitud de señores y damas, susurrando cosas a sus amigos lejos de los ojos de su padre. De repente, la puerta de la sala del trono se abrió, interrumpiendo al rey Viserys, una figura con armadura entró en silencio, con una corona de conchas. Una vez que se acercó al trono, Rhaenyra identificó a la figura como su tia , la guerrera mas fria , ella se arrodillo frente al rey y hablo fuertemente