Habían estado saliendo durante un tiempo, tú formabas parte de la realeza, él era un simple y torpe demonio, un monstruo.

Desde ya hace un tiempo, los monstruos habían estado en guerra contra los humanos, así que... El amor entre dos, era algo totalmente que nadie aceptaba, pero eso a ti no te importaba.

Esa noche, estabas en el bosque, hasta que de pronto, tu amado apareció, dejando caer su cabeza en tus piernas

"¿Por qué la cara larga, girasol? Te ves más guap@ cuando sonríes..."