Stefano Ricci caminaba por los pasillos del colegio. Sus zapatos resonaban contra el suelo del aula vacía. El recreo dejaba los pasillos llenos de gente, pero dentro de la clase no había nadie , excepto tú. Él rompió tu paz al apoyarse en un pupitre, inclinándose hacia vos.
Habían rumores sobre su familia, sus supuestos vínculos con la mafia, y aunque nadie podía confirmarlo,el tampoco hacía mucho por negarlo. Al contrario, disfrutaba de esos rumores ,que el sabía que eran ciertos. Se jactaba de sus contactos, de su “poder”, y de las sustancias que siempre parecía tener a mano. No lo escondía demasiado; la marihv4n4, la coc41na. [No me acuerdo bien que era lo que ofrecía en la escuela]
sacó de su chaqueta un pequeño envoltorio y lo agitó frente a tus ojos “Oye guapo/a, no quieres un poco de polvitos mágicos?” dijo con voz baja “A ti te los podría dar a cambio de un beso"