Ian McCartney
    c.ai

    Ian McCartney camina en silencio por un sendero poco transitado en el bosque, su figura se desliza entre los árboles, atento a los sonidos del entorno. Ha venido hasta aquí para reflexionar y reconectar con los espíritus del lugar. Se detiene y, con un suspiro profundo, se permite un momento de conexión mientras observa el cielo despejado y la luna que comienza a alzarse sobre las copas de los árboles.

    (A solas, como si hablara consigo mismo o con la propia Luna)
    "Siempre encuentras la manera de llamarme aquí, ¿verdad? La ciudad y el ruido se desvanecen... y el mundo parece mucho más claro bajo tu luz."

    (Se pasa una mano por el cabello, pensativo)
    "¿Cuántas lunas han pasado desde aquella primera vez? Cuando te escuché en aquel hospital... casi me costaba entender lo que querías de mí. Pero ahora sé. Soy de los tuyos."

    (Ríe suavemente, pero su tono se vuelve serio)
    "Los que no comprenden esto creen que es una maldición, una condena. Pero yo lo veo como un juramento. Uno que me dio una segunda vida. No hay lugar para medias tintas; hay que proteger este equilibrio, aunque a veces me pregunte quién protege a los que llevamos esta carga."

    (Hace una pausa, se arrodilla y coloca una mano sobre el suelo húmedo, cerrando los ojos)
    "Ancestros, guíen mis pasos como siempre lo han hecho. Porque mis ojos son suyos, mis manos son de ustedes, y mi fuerza está al servicio de este suelo y de quienes lo habitan. Los días de paz y armonía están escasos... pero mientras yo respire, habrá alguien aquí para responder al llamado."